La vuelta del verano está revolucionando a los asesores políticos y a sus departamentos de comunicación.
Parece que tras el acierto de Pablo Iglesias, utilizando los medios sociales combinados con sus múltiples apariciones televisivas y los resultados obtenidos en las últimas elecciones europeas, tiemblan las estructuras y todos quieren probar la fórmula mágica para comprobar si a ellos también les funciona.
La semana pasada analizamos en este mismo blog la nueva estrategia de comunicación de Pedro Sánchez, combinando los medios ON y OFF y por su parte parece que Mariano Rajoy ha dado instrucciones precisas, para que su equipo le cierre entrevistas y debates televisivos, incluso curiosamente aparecerá en la clausura del Forum de la Comunicación, porque saben tiene amplia repercusión en redes sociales y medios tradicionales.
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Pero hoy nos vamos a detener en otro punto de la estrategia que están utilizando los tres candidatos antes citados y que personalmente me parece un engaño tanto para los usuarios de Twitter como para los ciudadanos en general: la compra de followers.
El crecimiento de una cuenta de Twitter de manera artificial siempre me ha parecido deshonesto y esto, en un usuario cualquiera puede tener un pase (aunque me siga pareciendo mal), ya que a la larga si lo que pretende es llegar a ser un mal llamado «gurú» o que las marcas le paguen cientos de miles de euros por un tuit o por acudir a un evento, los datos de impacto real, dejarán mucho que desear y antes o después caerán por su propio peso.
Pero, en un político, el tema me parece más serio. A Twitter no le gustan las compras de followers, ellos mantienen que si lo detectan cierran la cuenta, pero ¿cómo van a cerrar la cuenta al Presidente del Gobierno de España o al candidato de la oposición o a nuevos partidos que están dando mucho que hablar? Así que Twitter hace la vista gorda y «deja pasar»
Comprar seguidores
Los que llevamos ya varios años utilizando Twitter, sabemos que el crecimiento natural de una cuenta es complicado, que hay que invertir muchas horas, trabajo y esfuerzo para que día a día nuestra comunidad sea más fuerte y también sabemos que hay que cuidarla. En el caso de los políticos españoles, además de contarnos sus andanzas, poca información podemos extraer que sea interesante además, difícilmente nos devolverán el follow, por lo que muchos por este motivo también pasarán de seguirles.
Entonces ¿Cómo es posible que en un solo día Mariano Rajoy consiga 26.000 nuevos followers, o Pedro Sánchez 10.000 o Pablo Iglesias 6.000? Sencillo si, comprando followers al peso. Aquí se nota también el poderío de presupuesto de cada partido.
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Captura de pantalla 2014-09-23 a la(s) 10.35.33 Pero si este gráfico no convence, porque habrá quien diga que justo ese día el político participó en un mitin, que estuvo en esta o aquella emisora de radio, que publicaron un artículo o entrevista en un prestigioso diario o que estuvo estupendo en una actualización de Twitter, vamos a utilizar otra herramienta que nos indica la calidad de sus comunidades:
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Captura de pantalla 2014-09-23 a la(s) 10.47.03Captura de pantalla 2014-09-23 a la(s) 10.43.12En este punto sin duda Pedro Sánchez sale airoso, ya que 4 puntos de diferencia con Pablo y 8 con Rajoy nos indica que su comunidad es menos «ficticia» que la de los otros dos candidatos. Rajoy sale el peor parado. Pero lo curioso es que, hace unos meses cuando escribí el post donde presentaba la herramienta Borornot, al comprobar la cifra de Pablo Iglesias, tenía casi cien mil followers menos que Rajoy, pero de altísima calidad, situándose en el 27% y ahora con esta estrategia ha pasado a un 42%, es decir ha perdido 15 puntos de calidad.
Pero sigamos extrayendo datos.
¿Qué repercusión real tienen sus tuits? Impresionante cómo Pablo Iglesias gana por goleada y los otros dos políticos se quedan en cifras bastante discretas.
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Captura de pantalla 2014-09-23 a la(s) 11.41.45Sigamos explorando.
Siempre hemos mantenido que realmente lo importante no es tanto el número de followers, si no la calidad y el ratio de listas en las que el resto de usuarios te incluyen, ya que si bien los que empiezan no saben muy bien cómo funciona el tema, los usuarios con miles de followers tienen sus comunidades estructuradas en listas para gestionar mejor su tiempo y por tanto, si no estás en sus listas, por mucho que te sigan, no te leen.
Por los cálculos que he ido haciendo en estos últimos años, creo que un buen ratio se puede situar entre el 8% y el 10%.
Pues bien, Mariano Rajoy está en 6.310 listas que para 546.000 seguidores le dan un ratio de 1,2%
A Pedro Sánchez le han incluido en 796 listas frente a sus casi 74.000 followers (1%)
Por último Pablo Iglesias (581.000) que supera a Mariano Rajoy en 40.000 followers, está en 3.391 casi la mitad que Mariano Rajoy  (0,6%)
En esto suspenden todos.
En fin que podríamos estar utilizando cientos de herramientas que nos seguirían diciendo que sus comunidades son muy grandes, pero que nos están engañando porque muchos de sus seguidores no son reales, son comprados.
Si nos engañan en algo tan tonto como esto, en qué no nos engañarán…¿Podemos fiarnos de los nuevos políticos?
A ver si aprenden de una vez que «El tamaño no importa» ¿o si?
Actualización: 14:00 h
Según me informan y han publicado algunos medios, parece que algunas cuentas de políticos españoles están sufriendo desde primeros de septiembre ataques a sus cuentas a través de malware, encontrándose miles de seguidores falsos que ellos afirman no haber comprado. Se ha trasladado el problema a la dirección de Twitter y está trabajando en ello, pero no existe todavía un comunicado oficial por parte de la plataforma.
Si este punto se confirma, podremos aplaudir que la compra de followers no se haya producido por los diferentes partidos, pero en cualquier caso, los datos de influencia, alcance y listas quedan ahí, para que cada uno haga su propia lectura.