El pasado fin de semana, tuvimos la suerte de vivir desde dentro la fiesta de Moros y Cristianos en Calpe,  gracias a Mario Schumacher, Almogavars Filá Cristiana y José de Grupo Turis.

Salimos de Madrid el viernes con una temperatura de 10 grados y llegamos a Alicante con un sol resplandeciente, 26 grados que prometían dejarnos pasar el día, hasta bien entrada la noche, en manga corta.

Comida espléndida en Antonio un restaurante que está situado en el Puerto de Calpe en un lugar privilegiado,  ya que la playa está a escasos metros de su terraza, por lo que las vistas son increíbles. Un fantástico arroz con bogavante compartido con Mario y Ana Belén, solo interrumpido por la recogida de llaves de lo que sería nuestra residencia en las siguientes tres noches, nos indicaba que el súper fin de semana no había hecho más que empezar.

Tras la comida fuimos a dejar las maletas a las Villas del Mirador de les Bassetes.

Desde que entras en la urbanización,  todo es una grata sorpresa, pero lo mejor son sus vistas al mar desde la piscina y los maravillosos amaneceres desde la habitaciones. Un sitio donde sin duda  habrá que volver.

Un cambio rápido y salida hacia la Kávila de Almogavars Filá Cristiana, donde nos esperaban sus miembros para enseñarnos cómo se vive la fiesta,  integrándonos totalmente en ella. Una cervecita en la barra de la Kábila, dos … (lo siento Javi no había Coca Cola Light) y todos preparados con preciosos trajes cristianos para comenzar el recorrido por las calles de Calpe. Tras los integrantes de la Kábila una banda de música que  acompañaba su camino. Nosotros por supuesto al lado siguiendo el paso y disfrutando cada momento entre risas. Al llegar a la Plaza se juntaron Moros y Cristianos, mensaje del Alcalde de Calpe con una buena noticia «La fiesta de Moros y Cristianos declarada de interés turístico autonómico»   entre los aplausos, desfile de las abanderadas hasta llegar al castillo creado para la ocasión.

Ya de regreso a la Kábila parada obligada para ofrecer las velas encendidas en la Iglesia Antigua, que cuenta con una capilla del siglo XV idonde nos colamos hasta el último rincón para apreciar su belleza.

De vuelta bailes por las calles, parada en las kábilas amigas y cena de hermandad.

Por la mañana nos esperaba la gran experiencia del fin de semana. Julio se había ofrecido a invitarnos a nuestro bautizo de mar, es decir nuestra primera inmersión seria con unos cuantos  amigos   Marichel, Lasse, Sandra, Álvaro, Marga, Mario, Ana Belén y Vicente.

Allí aprendimos  a bucear con botellas (no bombonas), que  contienen aire comprimido (no oxígeno), que las gafas de bucear se llaman máscaras y que lo difícil, al menos para mi no es respirar por la boca bajo el agua,  si no ponerse y quitarse el neopreno y aguantar el peso de las botellas y las pesas que te colocan en la cadera. También aprendimos que el jacket (o chaleco de buceo ) que soporta las botellas se puede hinchar para que puedas flotar y de deshincha para poder realizar la inmersión. Y algunos también aprendimos a superar nuestros miedos no sin dificultad, pero conseguimos superarlo gracias a la paciencia y buen hacer de  Julio Parra, Joan Mi Moltó y Carolina Sánchez de Dive&Dive y Gofun Costablanca.

Al terminar el buceo, comida en el Puerto para reponer fuerzas con Alvaro,  Marga y Alvaro junior, nuestros inseparables compañeros de viaje con los que compartimos estancia, coche, mil y un ataques de risa y la degustación de gran variedad de comidas y bebidas extraordinarias. Una gozada contar con su amistad.

Por la tarde el gran desfile, Mario era uno de los cristianos, pero se encargó de que pudiéramos ver el desfile en el mejor lugar, así que a las 7 de la tarde allí estábamos sentados en primera fila para vivir una maravillosa experiencia que duró más de dos horas.

El montaje nos dejó impresionados, nada que envidiar a la Cabalgata de Reyes de Madrid o las que tantas veces hemos visto y admirado en Disneyland Paris. Preciosas carrozas decoradas con muchísima creatividad, ballets con perfectas coreografías, estupendos trajes, algunos de ellos realmente increíbles, música y fuegos artificiales acompañando el paso de los Moros y Cristianos. Se nota el gran esfuerzo y gran trabajo que se realiza en este municipio a lo largo del año para que lo disfrutemos tanto los calpinos como los foráneos.

Tras el desfile de nuevo a la Kábila a seguir disfrutando de los manjares preparados para reponer fuerzas. Unas copas y a dormir que el cansancio ya empezaba a dejarse notar.

Por la mañana aperitivo con José y su familia y comida en el Capricho, un restaurante del Paseo Marítimo,  donde preparan un estupendo arroz abanda y unas buenísimas frituras de pescado.

Llegó la hora de despedirse de Álvaro, Marga y Álvaro junior, desde luego se resistían a volver a Madrid, pero el trabajo es lo que tiene, hay veces que no se puede aplazar.

Después un paseo por la playa, unas compritas y un café casi tocando el mar, porque los que somos de tierra adentro necesitamos empaparnos hasta dentro para llevarnos la sensación y aguantar sin disfrutarlo hasta la próxima escapada.

Por la noche cena en un restaurante alemán con Mario y Ana Belén, entrañable cena de agradecimiento y complicidad entre amigos con pocas ganas de despedirse hasta el día siguiente.

Y llegó el lunes, había que regresar a Madrid, ahora el trabajo nos llamaba a nosotros, despedida no sin antes pasar por una  cafetería alemana para desayunar con Mario.

Ya solo quedaba vernos un ratito con Mariano y Kezia porque su proyecto merecía ser contado, seguro que será un éxito.

Llegamos a Alicante, solo unas horas antes de la salida del AVE hacia Madrid, nos esperaba muy cerquita de la estación una comida en Delta Gourmet aprovechando para ver a la familia que vive por la zona y curiosamente el azar quiso que nos encontramos con Lasse y Sandra con los que hemos compartido estupendos viajes y clases en la Universidad de Alicante #cmuamad y en esta ocasión también buceo. La vida está llena de causalidades (no casualidades).

Ya en Madrid solo nos queda el recuerdo (que no es poco) y el cariño que ya le tenemos a este municipio. Cada vez que volvemos por aquí mejora la vez anterior y ya era difícil tras el #blogtripcostablanca y #calpemocion.

Calpe tiene mucho que enseñar y muchas maravillosas experiencias,  que vividas con  amigos,   es la mejor forma de conocer y disfrutar a fondo de un destino.

Gracias Mario y Ana Belén por vuestra invitación y sobre todo por vuestra amistad, gracias a Almogavars Filá Cristina por hacernos sentir como uno más del grupo, gracias Jose por la preciosa estancia, gracias Julio, Joan, Carolina por hacerme superar mis miedos y gracias Álvaro y Marga por compartir con nosotros esta estupenda experiencia.