En general no me gusta hablar de política. Creo que cada uno de nosotros somos libres y dueños de pensar y actuar según nuestra educación, vivencias, conocimiento y experiencias en la vida, es decir lo que nos conforma como personas.

Cuando llega el periodo electoral (para mi las votaciones realmente importantes son las generales), intentamos reflexionar y hacer balance de cómo han sido los últimos cuatro años de nuestra vida como país y por supuesto como se ha desarrollado nuestra vida personal, que al fin y al cabo no nos engañemos, unido a nuestros principios e ideología es lo que nos hace decidirnos por uno u otro partido.

Realmente estos  años y no me refiero solo a los últimos cuatro, nos han dado muchos mas disgustos que alegrías. Vivímos un bipartidismo exagerado y hemos visto corrupción en  ambos lados.

Hemos sufrido políticos deseosos de conservar el poder y otros deseosos por sentarse en el.

Hemos visto como la inmigración incontrolada representa un problema para

  1. los inmigrantes adaptados porque muchos les repudian en vez de acogerlos
  2. para todos los que hemos sufrido a algunos de los inmigrantes indocumentados rufianes (que los hay en todos los  países incluido el nuestro) que han venido a nuestro a país,  no para trabajar e  integrarse en nuestra sociedad, si no para hacernos la vida mas complicada.

Hemos sufrido (o estamos sufriendo) un gobierno que no sabe gobernar, cuyos «miembros y miembras» están sentados por puro amiguismo sin ser verdaderos políticos ni gestores  (afortunadamente con alguna excepción) y una oposición que si se ha caracterizado por algo ha sido por » tu que dices que me opongo»  pero sin ninguna creatividad, intentando tapar a aquellos de su partido que deberían haber sido expulsados hace tiempo para salvar la imagen del resto.

Hemos visto un país donde la lista de parados ha ido creciendo geométricamente y nadie se ha preocupado por detenerlo.

Hemos visto un país donde a los emprendedores se les pone todo tipo de trabas para poner en marcha sus negocios, sin recibir ningún tipo de ayuda y «achicharrándoles» de impuestos, lo que hace inviable su continuidad.

Hemos visto un país que ha sido empujado a mirar hacia atrás, que se ha visto de nuevo dividido en rojos y  azules, fumadores y no fumadores, se ha desenterrado a los muertos efecto de una guerra que todos teníamos enterrada y que debería formar parte tan solo de nuestra triste historia.

Hemos visto un país donde hasta el fútbol se ha politizado y las leyes  se han impuesto por «decretazo»

Pero lo que más me molesta son los radicalismos. Entiendo perfectamente a los que defienden el socialismo, pero no entiendo a los que defienden la gestión actual a toda costa. También entiendo a los que defienden a la derecha pero no a algunos recalcitrantes que de verdad da miedo escucharles.

No soporto el discurso de algunos «Socialistas de Versace» que sentados en su cómodo sofá, situados en su «casoplón» de la zona norte de Madrid y exigiendo a su interna (normalmente mal pagada) que se ponga el uniforme de gala porque esta noche es la cena de amigotes, intentan convencernos al resto que la gestión de este gobierno ha sido y es estupenda y los problemas actuales siempre los ha generado «el empedrado»

Pero tampoco soporto a los  derechones que tergiversan las realidades, que no entienden que el derecho a vivir y trabajar es de todos y son absolutamente radicales. Esos que bajo su metro y medio se creen poseedores de la verdad porque se sienten superiores y tienen micrófonos y medios para decir auténticas barrabasadas.

Los españoles estamos hasta el «pico de la boina» y este país por fin ha dicho BASTA!

Necesitamos un cambio, que los que están mangoneando en este momento se vayan de una vez porque ya ni muchos de los suyos les soportan .

Hay que ventilar las instituciones, porque sentarse en la poltrona año tras año termina con los ideales que tal vez en un primer momento tenían, para convertirse en verdaderos monstruos adoradores y «borrachos» de poder.

Llevábamos tiempo preguntándonos como era posible que nadie se movilizara y por fin miles de españoles  han salido a gritarlo.

Pero como alguien dijo el otro día «acampadasol» no es antisistema, es un grito de «cambiodesistema» porque el actual no funciona, está putrefacto y ya cayó la gota que por fin rebosó el vaso.

Y los que digan que esto es un movimiento orquestado por IU, o por UPD o que es para cargarse al PP, en mi opinión están muy equivocados.

Esto no es un problema de ser de un bando o de otro, en #acampadasol o #spanishrevolution  no hay colores,  todos son (o deberían ser) simplemente españoles indignados y decepcionados y lo que se pide es una democracia real, un  gobierno que gobierne, tener la oportunidad de conseguir y mantener un trabajo digno, que los bancos dejen de estar protegidos y que las leyes electorales sean revisadas.

Que el corrupto vaya a la cárcel desde el primer día y no sea excusado y que en definitiva nos dejen criar a nuestros hijos en paz y democracia, sin que su meta sea abandonar este país,  porque ante todo lo que personalmente  mas me gusta de esta iniciativa es su pacifismo que se ha ido demostrando día a día desde su comienzo en todas las provincias españolas.

El próximo domingo son las elecciones (lástima que no sean generales), será una noche de recuento electoral apasionante   pero yo me pregunto ¿y a partir del lunes qué?

Espero y deseo que no todo siga igual