Actualizado Julio 2014

Confieso ser una enamorada de los mercadillos.

Poder disfrutar de un paseo a primera hora de la mañana por cualquier pueblo de España, Francia, Portugal, Inglaterra… donde se este celebrando uno, tiene un encanto especial.

Cierto es que en los últimos tiempos (al menos en los españoles), han proliferado algunos que no son tan bucólicos como los de antaño, pero aun quedan muchos en los que  no se ha perdido la esencia y puedes encontrar verdaderas joyas en antigüedades o artesanía e incluso ropa a muy buen precio que no se puede encontrar en ninguna tienda convencional.

Mi gran descubrimiento fueron los Mercadillos Medievales. No sabia de su existencia hasta que por casualidad, disfrutando de unas vacaciones en Coruña, me tope con esta gran feria de  artesanía, productos naturales y alimentación, ambientada en la época.

Ver el centro de esta preciosa ciudad rodeado de puestos, con vendedores caracterizados de personajes medievales llenando de color las calles, fue una magnifica experiencia.

En estos años también los hemos visitado en nuestras escapadas a Santander y en Gijon.

Pero sin duda el mejor lo encontramos, de nuevo por casualidad, hace ya unos años acudiendo a una reunión de trabajo al  Ayuntamiento de Alcala de Henares. Descubrimos un Mercadillo Medieval inmenso (es el mas grande que se celebra en España).

El casco antiguo de Alcala de Henares (Patrimonio de la Humanidad desde 1998) es el marco perfecto para desarrollar un evento tan curioso y entretenido.

Indagando sobre el tema, nos explicaron que este mercadillo se enmarca dentro de la Semana Cervantina que se celebra todos los años en octubre,  para conmemorar el nacimiento de Miguel de Cervantes.

Mas de 300 puestos repartidos en 2 kms de increíbles calles del casco antiguo de esta ciudad, te transportan al medievo.

A diferencia de los mercadillos convencionales, estos no son tan ruidosos, aunque en un momento dado puedes ser seducido por un quiromantico echador de cartas, que en unos minutos hace un repaso de tu vida, o sientes que la música de las ocarinas te envuelve.

Las calles engalanadas, acogen a Don Quijote y Sancho Panza cabalgando en Rocinante y Rucio respectivamente que en voz alta van narrando sus aventuras, como si la obra de  Cervantes  tomara vida propia.

Paseando por allí , imaginas encontrarte con Dulcinea a la vuelta de la esquina o percibir los enormes molinos mas allá a lo lejos, aunque finalmente lo que encuentras son  los recintos de comidas,  absolutamente organizados para que los visitantes puedan hacer una parada para reponer fuerzas, como si de posadas se tratara.

Se puede comer todo tipo de alimentos asados, desde chuletas, costillas, morcillas, pinchos morunos, chorizo, kebad… pasando por tortillas de patata, churros, patatas asadas… y un sinfín de ricos manjares que seguramente no comemos muy a menudo en un plato de papel de usar y tirar.

Tras esta pausa continuas el camino para saborear un te moruno con pastelillos en una  jaima , servido como si de verdad te encontraras en Marruecos.

Un sinfín de puestos te ofrecen para llevar a casa empanadas, tortas, panes de centeno recién horneados, magdalenas, rosquillas,  dulces… en fin una tentación que luego pagas teniendo que duplicar el ejercicio diario y una dieta posterior, pero merece la pena disfrutarlo una vez al año.

Escribanos que en momento diseñan tu nombre en letras árabes, jabones para todo tipo de tratamientos, hierbas y ungüentos  que curan las mas diversas dolencias, collares, anillos a medida, botas de montar, zapatos,  bolsos de cuerdo hechos a mano, amuletos, muñecos de trapo, cometas, juguetes de madera, navajas, espadas… una inmensa variedad de productos se reparten por cada rincón.

Para los niños hay actividades programadas, desde tiro con arco para emular a Robin Hood, hasta guiñoles, pasacalles. teatro y mil actividades de talleres.

Se hace tarde y el cielo oscurece, pero la  ciudad se ilumina y la actividad continua.

Siempre nos vamos cargados de bolsas y con la sensación de haber pasado un gran día en otro siglo, en otro tiempo.

Si tenéis la oportunidad y no llueve os recomiendo daros una vuelta este verano por un mercadillo medieval  y disfrutar vuestra propia experiencia.

Os invito a visitar las fotos en la Galería Flickr

 

En este enlace encontraréis todos los mercadillos medievales que podéis encontrar en Galicia en estas próximas vacaciones MERCADILLOS MEDIEVALES EN GALICIA 2014