Leía esta mañana un artículo de Ana Fernández Pardo titulado «Las Tarifa de las Egobloggers» y no he podido por menos que pararme a reflexionar.
Los bloggers ¿de qué se alimentan?, ¿cómo pagan sus facturas?
Si bien en el artículo de Ana ha quedado claro que el sector de la moda ya tiene un camino iniciado (aunque existe bastante descontrol de tarifas), con el resto de profesionales de otros sectores el tema se complica.
Cierto es que muchos bloggers tienen un trabajo por el que perciben una remuneración. Normalmente se trata de profesionales que además de escribir en su blog, tienen otro tipo de actividad, pero ¿eso impide que cobren por su trabajo cuando una marca les reclama?
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Muchos bloggers conocidos, son reclamados de manera sistemática para presentaciones, ruedas de prensa o viajes, a los que también se invita a periodistas de medios de comunicación. Estos últimos como es normal, tienen la nómina que les abona el medio al que pertenecen y acuden a los eventos porque forma parte de su trabajo diario. Las marcas por tanto hasta ahora han entendido que no hay nada que pagar, es más, si lo hicieran, crearían un serio problema al periodista en cuestión, de hecho a más de uno le ha costado el puesto de trabajo en su medio recibir y aceptar el «regalo» de una marca.
Pero las cosas han cambiado y no se puede meter en el mismo saco a periodistas y bloggers, precisamente porque la gran diferencia estriba en el sustento del individuo.
Acudir a un evento de marca, conlleva un gasto de desplazamiento, pero sobre todo de horas invertidas, no solo en la duración del mismo, sino en la posterior elaboración del post. Además normalmente los blogger suelen compartir el desarrollo del evento y posteriormente el post sobre el mismo, a través de sus perfiles personales en diferentes redes sociales.
Bloggers
Lógicamente los bloggers que son invitados a eventos, suelen contar con comunidades bastante grandes, por lo que cada tuit, actualización de Facebook, foto en Instagram o check-in en Foursquare (por poner algunos ejemplos), impacta en miles de personas.
¿Esto no es publicidad para la marca?
¿No pagan las marcas miles de euros a los famosos por enviar un tuit?
Efectivamente la polémica está abierta, si un blogger cobra por acudir a un evento ¿será igual de objetivo que si no cobrara?
En cuanto a los viajes, el tema suele cambiar, quizás porque los bloggers se sienten recompensados con el viaje en si y tener todos los gastos pagados, pero realmente la publicidad que se hace de los destinos, si lo contabilizáramos en tarifas publicitarias o publi reportajes de un medio de comunicación, en muchos casos tendría un precio muy superior al del viaje realizado y además es la misma reputación del blogger la que está en juego.
Y por último otra reflexión: la participación de un blogger con sus artículos en medios y otros blogs.
Muchos periodistas no adscritos a un medio específico, han vivido durante muchos años de las colaboraciones en diferentes soportes . Nadie se planteaba si debían o no cobrar, lógicamente era su trabajo, por tanto si enviaban un artículo a un medio y este lo publicaba,  existía una tarifa que era abonada al periodista.
Ahora parece que escribir en otros blogs es hacer un favor al blogger. Muchos medios de comunicación, se nutren de estupendos blogs, que cada día trabajan un montón de profesionales sin percibir por ello ni un euro. Los ingresos por publicidad lógicamente revierten en el soporte, así que negocio redondo, eso si muchos bloggers morirían por ocupar uno de esos espacios.
Está bien que cada uno se trabaje su marca personal , pero no a cualquier precio y desde luego llegados al punto que la marca del blogger es ya conocida, no tiene razón de ser que el medio o la marca no remunere al blogger por su trabajo. Cómo escribía en mi blog mi personal ya en 2011 «Esto no es gratis».
Gracias a Dios , cada día hay más empresas serias que contratan bloggers para colaboraciones recurrentes y medios que incluyen a los bloggers como parte de sus freelance … pero todavía queda profesionalirzar el sector y mucho camino por recorrer.