Con la llegada de las Redes y Medios Sociales las empresas tienen una gran oportunidad para posicionarse o reforzar su imagen de marca.

Hasta ahora, con los medios tradicionales solo los que contaban con un gran presupuesto de marketing y publicidad podían difundir su mensaje para poder llegar a las grandes masas.

La presencia en Redes Sociales para una compañía es una gran oportunidad que hay que aprovechar para llegar al lado emocional de los consumidores. La imagen de marca que proyectemos será la que nos hará posicionarnos y ser percibidos dentro de un universo global de productos.

Muchas grandes marcas han sabido encontrar su lugar y trasmitir emociones en el consumidor que les hace relacionar un concepto mental con su marca

VOLVO –> Seguridad

COCA COLA –>Felicidad

y así podríamos estar ennumerando un sin fin de marcas que han llegado a ser un claro concepto en la mente del consumidor.

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de construir una marca es dónde queremos posicionarnos y saber trasmitirlo, dotándole de atributos.

Un producto podrá destacar bien por ser  único y convertirse en ese objeto de deseo que todos quieren poseer o bien por sus cualidades intrínsecas.

Tenemos ejemplos claros en nuestro día a día con marcas que han conseguido llegar a ser aspiracionales y que identificamos con la sola presencia de su logo:

Loewe, Louis Vuiton, Rolex, Gucci, Audi, BMW, Mercedes, CH…

Una parte de la población podrá ser fiel consumidor de las mismas por su poder adquisitivo y buscarán con ello diferenciarse del resto porque marcan un estatus específico,  pero otra parte de la población serán posibles futuros clientes ya que su aspiración será llegar a conseguir poseer estos artículos en alguna ocasión.

En el otro lado de la balanza encontramos marcas que se han posicionado por precio. Buscan ofrecer un beneficio inmediato en los consumidores. Desde hace años la cadena de supermercados «Día» o «Aldi» ha sabido captar esos clientes de proximidad que quieren o tienen que ahorrar unos euros en su cesta de la compra. Su marca se asocia a productos baratos.  En este momento tenemos el caso de éxito de «Primark», una empresa de confección que con un concepto casi de mercadillo ha conseguido posicionarse como una de las marcas punteras sin distinción de clases sociales entre sus consumidores o  «Mercadona», que no solo ha sabido adentrarse en los hogares

de una mayoría de españoles de clase media si no que además ha entrado a formar parte de la vida cotidiana de las familias mas adineradas, emprendiendo una estrategia de posición física de sus locales en ubicaciones donde los supermercados de batalla no se habían aventurado a entrar.

El boca a boca ha hecho triunfar a estas marcas cuyos presupuestos de publicidad han sido bastante escasos, pero las recomendaciones de unos ciudadanos a otros y un producto bien estudiado les ha situado en cabecera. Claro ejemplo de «Zara», que muy ingeniosamente si utiliza los medios sociales para comunicarse y no perder su posicionamiento alcanzado.

Tenemos que buscar nuestro hueco, estudiar las necesidades del consumidor para ofrecerle aquello que desea o necesita. Hay que aprender de la creativad de  los inventores, observan a su alrededor, escuchan, innovan y diseñan,   construyendo objetos que nos harán la vida más fácil.

A través de las Redes Sociales podremos observar, compartir, conectar, emocionar, ser diferentes… La imagen de marca de un producto y nuestra propia marca personal están en juego y hemos de saber utilizar los nuevos medios a nuestro favor .

Por tanto para construir una marca diseñemos nuestra propia estrategia, contemos nuestra historia, acerquemos nuestro producto al consumidor, construyamos experiencias que nos asocien (colores, olores, sonidos..), creemos valor, lideremos una comunidad, trasmitamos emociones… ahora lo tenemos al alcance de la mano.

De este modo podremos alcanzar el éxito y convertirnos en una marca o producto que genere sentimientos positivos en la mente del consumidor.