Leía esta mañana un estupendo artículo de Albert García Pujadas «Reflexiones sobre el futuro de las agencias» , tema sobre el que llevo muchos meses conversando con los diferentes directores generales de las mismas.

Solo en Madrid, hace unos años teníamos un listado con más de 500  pequeñas y medianas agencias de publicidad.

Las más importantes, es decir las multinacionales y grandes centrales de compras, han tenido más fácil la posibilidad de irse reconvirtiendo. Las novedades del mercado y la revolución tecnológica les ha pillado de frente, pero con medios suficientes para ir reaccionando poco a poco. Han ido cambiado en los últimos años sus equipos, han contratado especialistas y han desempolvado sus departamentos de internet para reflotarlos.

Pero ¿qué ha pasado con esa gran masa de agencias, denominadas locales, que han vivido durante muchos años gracias a la prensa escrita en papel?  Agencias cuyas facturaciones nada desdeñables se acercaban en algunos casos a los 12.000.000 €

En muchos casos, son agencias familiares, otras muchas nacieron en la época de bonanza publicitaria y muchas de ellas se posicionaron gracias al boom del empleo y la inmobiliaria, que dejaban cifras astronómicas de facturación  tanto para ellas como para los diarios.

Estas agencias en su mayoría, no han sabido adaptarse a los tiempos. Muchas de ellas han cerrado por quiebra, otras  se han visto superadas por una avalancha de nuevas empresas con gente muy joven al mando, que han emergido como submarinos ofreciendo todo tipo de aplicaciones y nuevas formas de comunicar que es lo que en estos momentos demanda el mercado.

Alguna que otra hace sus primeros pinitos en esto del Social Media.

De momento los que subsisten están contentos porque «¡¡ ya ofrecemos a los clientes servicios de SEO y SEM!!», toda una novedad para ellos.

En sus páginas de presentación de agencia  incluyen la compra de medios online (pero de nuevo se equivocan, este mercado no es como el de antes, no consiste en comprar impresiones, baners o clicks  a 3 y vender a 7).

La necesidad pasa por un cambio de mentalidad, una apertura a la reconversión,  que les lleve a comprender que el mercado de la publicidad ha evolucionado. La publicidad off y on tradicionalmente entendida ya no sirve aisladamente si no se utilizan otros canales complementarios.

Pero esto de las redes sociales, las métricas, el dialogar con los clientes… esto no les entra en la cabeza. Para muchos no deja de ser una moda pasajera, pero mientras piensan en ello y lo desestiman el tiempo pasa y se van quedando obsoletos.

Si no reaccionan, seguiremos viendo en los próximos meses como se van reduciendo sus plantillas, como se desmoronan y como estas nuevas agencias emergentes cargadas de ideas y adaptadas a los nuevos tiempos se apoderan de un mercado que hasta ahora menejaban con toda tranquilidad las hasta ahora llamadas agencias de publicidad.

  • Estoy de acuerdo que es necesario un cambio de mentalidad a los nuevos medios y no todas las agencias publicitairas van a saber hacerlo…

    Unas quebrarán, darán paso a otras formadas por gente más joven…

    Desde aquí les animo a todas al cambio! me da cierta penita leer que puedan cerrar por no saber adaptarse …

  • Hola Mónica
    Efectivamente el cambio que estamos viviendo les ha pillado con el pie cambiado y no porque no se viera venir que se veía, si no porque creo que han pensado que de nuevo internet caería como lo hizo años atrás.
    Es más fácil vivir de lo que uno sabe hacer que luchar por aprender y ponerse al dia.
    Quizás les pilla en un época de sus vidas que cualquier cambio es difícil de afrontar. Es más fácil negar la evidencia, pero al final desgraciadamente la ola se los llevará si no espabilan.
    Adaptarse o morir.
    Saludos y gracias

  • Me sumo Fátima,

    Vaya post, me ha encantado y con esa manera tuya de dar un pantallazo tan claro (de lo que tomo nota y aprendo, ya que suele ser un tema recurrente en mi 🙂

    Si puedo aportar un granito de arena, es desde la difusión de las agencias, de si mismas. Les fue difícil hacer para ellas lo que hacían para los otros: rechazaron las relaciones públicas en los 60, dudaban de las revistas masivas en los 70, no les gustaban los canales de videos musicales en los 80, ni hablar de internet desde el 96 para aquí. Con matices, lo que pasó a un lado y otro del Atlántico es similar.

    Dudo que puedan adaptarse las pequeñas -un cambio necesita recursos- y casi hago extensiva la duda a las grandes -a las que seguimos escuchando discursos «para la galería».

    En cualquier caso, todos estamos mutando. Algunos ya nos acostumbramos a lo eternamente cambiante.

    Un abrazo y enhorabuena por el post!

  • No solo están quedando desfasadas muchas por no ofrecer servicios de social media, también por no utilizar estos nuevos canales de comunicación 2.0 para promocionarse ellas mismas.

  • Muchas gracias Armando
    Efectivamente somos esa raza de mutantes que nos vamos adaptando a las circunstancias casi como jabatos
    En uno de mis primeros post del otro blog, comentaba que siempre he llegado demasiado pronto. Intenté profetizar tanto a agencias como anunciantes, sobre los portales verticales, la radio digital, la TDT a finales de los 90 y me miraban como si fuera extraterrestre.
    Espero que en esta ocasión hayamos llegado justo en el momento que teníamos que llegar y no habernos adelantado (o al menos que la delantera nos sirva de algo)
    Muchas gracias por tu granito de arena, lo comparto por completo.
    Un abrazo

  • El problema es que no saben utilizarlo ni para ellas mismas, así que difícil que se lo puedan vender a otros.
    No hay nada peor que un vendedor que desconoce un producto o no se lo cree, esa es nuestra ventaja porque creemos en ello firmemente.
    Muchas gracias!!

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